domingo, 5 de junio de 2016

Outro (¡Blogspot, nada me debes!)



El hombre muere muchas veces en su vida. Avanza dejando una huella de egos difuntos. La Conciencia pura los atraviesa como un hilo de collar.
Alejandro Jodorowsky - Tweet del 2/6/2016

Desde la última (ahora penúltima) entrada publicada hace tres semanas, he pensado insistentemente en la pertinencia de clausurar este espacio de reflexión gráfica y escrita denominado -según consta en actas y en el buscador de Google- Planetabuba Blogspot. Tengo un puñado de motivos personales para hacerlo, motivos tan viscerales como válidos. Tengo, sobre todo, razones profesionales que me indican que, en el urgente replanteamiento de mi vida laboral, el mantenimiento de este blog resulta sobradamente oneroso.

Contrario a lo que enuncia la voz popular, estoy convencido de que las redes sociales fragmentan la personalidad antes que integrarla; que los retazos de identidad regados ladinamente por aquí y por allá no forman parte de un discurso cohesionado, sino que -antes bien- desgastan ese flujo identitario hasta diluirlo en un eco pobre, pinche e incluso rascuache de ese ser multidimensional que es uno (o una, si se quiere ser genéricamente equitativo y genéricamenta equitativa); y aquí me apresuro a desmentir una aparente contradicción: los breves e insípidos posts o tweets que publica un ente multidimensional -como lo somos todos- no son una expresión de esas dimensiones múltiples, sino la de una sola cara, el rostro estéticamente inmaculado con el que nos inmortalizamos ante la selfie del ojo social.


Durante algún tiempo me refugié en ese nido de fantasmas que es Facebook, imaginando que estaba rodeado de fantasmas de carne y hueso. Durante diez años he venido a esta tribuna a teclear parrafadas de texto simulando que tenía cosas importantes que decir y simulando que había gente interesada en escuchar las tales “cosas importantes”. Las cosas trascendentes -ahora lo sé- no están aquí. La vida está en otra parte, y yo estoy un poco hasta la madre de estar ausente de las cosas trascendentes.

Pero no invertiré más tiempo en denostar a las redes sociales, al menos no ahora ni por este medio. Si escribo este último post es para despedirme cortésmente de los lectores de paso que hayan varado por error en este recoveco ciberespacial. Me despido emocionado de aquellos lectores consuetudinarios (dejadme creer que los hubo) que acompañaron mis expresiones emocionales con el interés, la empatía y el morbo propios del procrastinero fiel. Y me despido, sobre todo, del blog mismo. Este espacio me fue enormemente útil hasta que dejó de serlo. Quise entrañablemente a mi Planeta Buba Blog… hasta el día en que lo dejé de querer.
Hoy me resulta insuficiente y gravoso (evidentemente ya no lo necesito); hoy pesa sobre mis hombros su existencia en la red. 


Apuro el paso y me la paso a restirar citando -más o menos- al vate Amado Nervo:

“Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Blogspot, nada me debes! ¡Blogspot, estamos en paz!”

O, para que no se diga que mi tránsito por la facultad de Filosofía y Letras fue inútil (como de hecho lo fue) cerraré este capítulo dando un barniz culterano a la despedida citando al gran filósofo alemán: 

“Ahí donde no se puede amar más, es mejor pasar de largo”

Pasemos de largo y enfilemos con rumbo a la chingada. 


José Quintero
Junio 2016 

viernes, 12 de mayo de 2006

Intro (Blogspot, nada te debo)


Una de las causas que tornan lenta y traumática la actualización del Planeta Buba es la pésima estructura con la que fue diseñada.

Fui armando el sitio como Dios me dio a entender, esto es, en HTML; de manera que cada vez que quiero agregar diez miserables líneas de texto a la plantilla tengo que recortar, pegar, ajustar cuadros de texto, reposicionar insignificantes giff’s, jpg’s o png’s para que no se desmadre cada página etc.; es decir: una güeva.

Estoy estudiando CSS, un lenguaje mucho más ágil y eficiente en cuestión de maquetación y que permite acelerar notablemente la actualización de un sitio; pero voy a mis anchas y no se cuánto tiempo más me lleve aprender y aplicar estos conocimientos en el rediseño del Planeta Buba en su Versión 3, un upgrade considerable.

En el ínter me he quedado con las ganas de comentar, decir y lanzar improperios acerca de un montón de cosas que hubiera sido importante compartir con otra gente igual de crítica y/o amargada que yo.

(El hubiera es un verbo auxiliar que empiezo a lamentar más de lo que hubiera pensado).

Por lo pronto he decidido aprovechar la existencia de las bitácoras web (sí, aquellas que puse en entredicho en mi propia web) y bocetar ideas, reflexiones y escaramuzas que podré ir incorporando después a la página de Buba y posteriormente -incluso- a cierto proyecto que tengo apalabrado con Edgar Clément.*

Me sumo, pues, a la legión creciente de blogeros del mundo (¡uníos!) y pongo a su disposición estas ideas que, espero, sean de la misma utilidad y estén a la altura de mis dibujos.

¡Arrancan!

José Quintero
Mayo 2006